Traducción del artículo The Five Spirits of Budo por Dan Penrod


En budo existen 5 “espíritus” fundamentales: shoshin, zanshin, mushin, fudoshin y senshin. Se trata de conceptos muy antiguos y prácticamente olvidados en los modernos dojo de aikido. El budoka que se toma el tiempo para entender las lecciones de estos 5 espíritus con su corazón madurará para convertirse en una persona y artista marcial fuerte y competente. El alumno que no dedica el tiempo para conocer y abrazar estos espíritus siempre presentará carencias en su entrenamiento.

Shoshin

shoshinEl estado de shoshin es el estado de la mente del principiante. Es el estado de atención de aquel que permanece siempre completamente consciente, atento y preparado para verlo todo como si fuera la primera vez. La actitud de shoshin es esencial para aprender constantemente. O Sensei dijo una vez lo siguiente:

“No esperéis que sea yo quien os enseñe. Debéis robar las técnicas por vosotros mismos.”

El estudiante debe tomar un papel activo en cada clase, observando todo con la mente de Shoshin para poder “robar” la lección de cada día.

Zanshin

zashinEl espíritu de zanshin es el estado de un espíritu constante y persistente. A menudo se lo describe como un estado sostenido y elevado de consciencia y constancia mental. En Aikido zanshin puede definirse como el estado de concentración anterior, durante y posterior a la ejecución de una técnica, donde se establece un enlace o conexión entre ukey tori. Zanshin es el estado mental que nos permite permanecer conectados espiritualmente, no tan sólo a un único atacante, sino a múltiples atacantes e incluso a todo un contexto, un espacio, un tiempo o un suceso.

Mushin

mushinEl manual de las “Escuelas de Aikido Ueshiba“, define mushin como un estado de “no mente, mente sin ego. Una mente como un espejo que refleja y no juzga”. El término original para referirse a ushin era “mushin no shin” que significa “mente de la no mente.” Se trata de un estado mental sin miedo, ira o ansiedad. A menudo se describe el mushin con la frase “mizu no kokoro” que significa “mente como el agua”. La frase es una metáfora que describe al lago que refleja claramente su entorno cuando se encuentra calmado pero cuyas imágenes se distorsionan cuando lanzamos una piedra a sus aguas.

Fudoshin

fudoshinfudoshin. Es la valentía y la estabilidad que se muestra tanto mental como físicamente. Más que indicar rigidez e inflexibilidad, fudoshin describe una condición que nos ayuda a evitar que los pensamientos internos o las fuerzas externas nos afecten fácilmente. Nos permite recibir un fuerte ataque y mantener nuestro balance y compostura. Este estado nos permite recibir y ceder fácilmente, nos arraiga a la tierra y refleja la agresión devolviéndola a su origen.

Senshin

Senshin es un espíritu que transciendo los cuatro estados de la mente. Es un espíritu que protege y harmoniza el universo. Senshin es un espíritu de compasión que abarca y sirve a toda la humanidad y cuya función es reconciliar las discordias en el mundo. Mantiene la santidad de la vida. Es la mente del Buddha y la percepción de O Sensei de la función del aikido.

Abrazar completamente el estado de senshin es esencialmente el equivalente a llegar a un estado de iluminación y puede superar perfectamente el alcance del entrenamiento diario en aikido. En cambio, los primeros 4 espíritus pueden ser alcanzados muy probablemente por el estudiante serio a través de la atención constante y el trabajo duro. Alcanzar estos estados mentales pueden recompensar al estudiante en multitud de formas.

Shoshin puede liberar al estudiante de las frustrantes barreras del aprendizaje, proporcionándole la visión para ver aquellas cosas que le pasaban inadvertidas anteriormente. Zanshin puede elevar la propia conciencia mejorando nuestro rendimiento en randoris y el entrenamiento libre. Mushin puede liberar al estudiante de la ansiedad que se genera en situaciones de presión permitiéndole un mejor rendimiento en las situaciones que les ponen a prueba. Fudoshin, proporciona la confianza para defendernos ante ataques físicos que aparentemente deberían superarnos. El aikidoka serio debería encontrar la forma de incorporar estos espíritus del aikido en su entrenamiento diario.